Antropología en la Edad Antigua

Sócrates es el iniciador de éste periodo, en el que se empieza a hablar sobre el hombre.
“El hombre es un compuesto entre cuerpo y alma. Sócrates dice que el alma es algo que existe dentro de nosotros, pero que no se capta por los sentidos. Él dice que poseemos alma por lo que somos capaces de hacer. El alma es sinónimo de alma racional, de inteligencia. Además, el alma tiene una vertiente práctica, relacionada con lo que nos permite decidir nuestra conducta. Ésta es la más importante para Sócrates, es decir, la función ética o práctica”. (Libro camino a la universidad-editorial prolibros). Sócrates está muy preocupado por el problema de la felicidad humana, la felicidad no está determinada por ningún agente externo (por la voluntad de los dioses, o por la biología, herencia, etc.) sino que depende de nuestras propias decisiones. Nuestras decisiones son el resultado de nuestros conceptos, del conocimiento que tengamos del bien y del mal, de lo justo y lo injusto. 
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La voluntad está sometida a la inteligencia. A ésta manera de pensar se le llama intelectualismo socrático, esto quiere decir que podemos identificar el conocimiento del bien con la buena conducta, y el vicio con la mala. Para Platon“Al igual que en su metafísica, la concepción platónica del hombre va a presentar un acentuado dualismo, una separación entre dos partes íntimas pero irreconciliables en el ser humano: el cuerpo, que representa nuestra materialidad, la corporeidad que nos sitúa como algo más dentro del mundo sensible y el alma, que es aquello que nos hace propiamente hombres; seres distintos al resto de lo existente, intermediarios entre lo puramente material y lo divino: lo espiritual, lo racional”. “El hombre es concebido como un compuesto accidental de estas dos substancias: psiché (alma) y soma (cuerpo)”. Como ya lo vimos el ser humano está compuesto de dos sustancias distintas, que son el cuerpo (material) y el alma (inmaterial). El problema está en cómo puede haber una relación entre las dos siendo de naturaleza tan diferente. La relación entre cuerpo y alma es una relación accidental, antinatural y violenta o forzada. Es accidental porque el cuerpo y el alma son dos sustancias diferentes y, en cierto modo, incompatibles: el alma no necesita del cuerpo para vivir, si el cuerpo y el alma son de naturaleza distinta, distintas esencias. Es violenta porque el alma tiende a la esencia de las cosas y el cuerpo tiende a las apariencias. Entre las dos hay una tensión existente entre nosotros.“Aristóteles va a aplicar su teoría hilemórfica a la concepción del hombre, intentando recuperar la unidad que Platón rompió al considerar nuestro ser como compuesto de dos substancias distintas difícilmente reconciliables. Sin embargo, esto no implica que Aristóteles prescinda por completo de una visión dualista sobre el hombre. En el Tratado del Alma llega el filósofo a una concepción unitaria que considera al alma como la forma del cuerpo, indisolublemente ligada a él, pero, aún así, el dualismo alma y cuerpo se mantiene ya que no desaparece la concepción bipolar de los dos coelementos que componen la unidad hombre”. Al referimos del alma humana, y del alma en el resto de los seres vivos; hablamos de las múltiples acciones, operaciones y funciones que realizan estos seres: tales como los con sentir, nutrirse y pensar. Ninguna de estas actividades  puede realizarse sin el cuerpo, porque precisamente no son más que su propia operatividad y funcionalidad.“El alma no sobreviene la muerte, no es eterna ni inmortal ni se reencarna en ningún otro ser. El alma no puede existir sin el cuerpo, aunque ella misma no sea un cuerpo. No puede existir separadamente un alma de un cuerpo, puesto que ésta no es más que su forma, su funcionalidad”.

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