Se caracterizó por una crítica a los dogmas, la mentalidad conservadora, el fanatismo, los ídolos, la escolástica, el estado teocrático, la moral puritana y el fomento de la tolerancia, la crítica, la pluralidad, el espíritu libre, la libertad de pensamiento, etc. Los escenarios donde se hace posible la praxis del discurso filosófico secularizado van desde la cátedra hasta la trinchera, el discurso, el panfleto, la crónica, el tratado o el ensayo. La significación del positivismo en Colombia, hizo parte de ese proceso de secularización del pensamiento en la sociedad colombiana. Esta corriente trasciende el mundo de lo metafísico y teológico, de las causas preestablecidas y finales y se sitúa en la esfera de la condición humana y su relación con el mundo en la tierra.
El positivismo como una nueva corriente filosófica hace una interpretación político-filosófica de los acontecimientos del pasado generados en el periodo del radicalismo liberal y se incorpora al estudio de las ciencias como un nuevo método de análisis. El positivismo como doctrina filosófica se limita al mundo de los fenómenos y a las leyes que lo rigen. En el orden lógico, la verificación por la experiencia es el único criterio de verdad. La religión deja de cumplir una función de cohesión social para dar paso a una filosofía que tenía en la experiencia y la observación sus supuestos teóricos de verdad, esto es, que lo verdadero y lo bueno se definen por la observación y la experimentación. La realidad social, política y cultural será analizada e interpretada desde la óptica de esta corriente filosófica junto con la sociología y el derecho. El positivismo estructurará la organización institucional del país. Es en el período radical donde se origina este proceso de secularización del pensamiento que traerá la división del poder civil y el poder eclesiástico y una mayor independencia para el ejercicio intelectual de estos pensadores y filósofos, proceso que se acelerará con el triunfo revolucionario en Europa de los bolcheviques que hace posible la introducción de doctrinas y la fundación de partidos políticos socialistas en Colombia. La mentalidad de la época dominante por el pensamiento conservador, católica y tradicionalista se verá estremecida por los nuevos vientos que traen estas corrientes políticas, filosóficas, jurídicas y literarias. La hegemonía del pensamiento neoescolástico sufrirá una fisura como resultado de ese proceso de secularización de las formas del pensar, los usos y las costumbres y, se abrirán a lo más moderno del pensamiento contemporáneo en una crítica a la religión y el Estado, bajo la influencia de las corrientes filosóficas europeas. La ruptura que origina la secularización de la filosofía con la filosofía escolástica es fundamentalmente un cambio la actitud que hace que la filosofía sea estudiada seriamente en su historia, categorías y conceptos y, en acercarse a una disciplina sin temor de perder la fe.
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