Su huella en el Bicentenario de Barranquilla fueron como Director de Instrucción Pública, rector del Colegio Barranquilla para Varones, gestor del Museo del Atlántico y la Universidad del Atlántico, concebida en sus inicios como Universidad Politécnica del Caribe. Aunque la propuesta de centro de educación superior se iniciara en 1941, su cristalización fue en 1946. Para ello, este fiel seguidor del pensador alemán Enmanuel Kant, adoptó el modelo del Museo Alejandrino y la estructura del Instituto Alemán pues su intención era entregar a las generaciones nuevas una formación y desarrollo gradual que los condujera hacia la investigación.
La historia lo califica como visionario pues la gestión de la Universidad del Atlántico estuvo basada en que la educación técnica, científica y humanística tiene una influencia de transformación positiva en los pueblos y sociedades. En su momento fue una respuesta a la preocupación de empresarios locales que planteaban la necesidad de técnicos y especialistas formados aquí, además identificó la importancia de Barranquilla como esquina de desarrollo para el país exigía de profesionales calificados.
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