Durante este período se dieron grandes cambios en la educación remplazando el modelo que se traía, y su método tomista además del gran rechazo que se tenía por los pensadores accidentales, los cuales, escasamente se enseñaban y se buscaba que el estudiante no simpatizara con estas ideas. Otra cosa que cambió es el paso del poder político a mano de los liberales y ellos ayudaron a independizar el pensamiento que hasta esa época había sido considerada como filosofía sierva de la teología. Entre los cambios en la educación aparece la necesidad que el sistema educativo debe estar en armonía con las transformaciones económicas y sociales del país, así pues, ponen esta función del estado y desplazan a la Iglesia, y de esta forma se busca que las universidades se conviertan en centros investigativos y así surgen grandes cambios en la educación universitaria y en las practicas de memorizar y repetir de memoria.
Una actividad que sobresalió fue la escuela de Derecho, a la cual le llegaron gran número de estudiantes en la década de los años cuarenta. Entre ellos grandes personajes que sobresaldrían en el país la finalidad principal de estos no era el ser juristas sino el de culturalizarse y alejarse de la educación de tipo escolástica, recibida otros factores que ayudaron a este despertar fueron los sucesos históricos que estaban desarrollándose en este período (el fascismo, la guerra civil española, la segunda guerra mundial). Otro factor determinante fue la facilidad para poder adquirir numerosas obras de los pensadores europeos, traducidos al español, y así es introducido el pensamiento de Husserl, Heidegger, Ortega, etc., y así se crea un pensamiento alrededor de la ética, la epistemología del derecho, los valores, la cultura y la educación. De esta forma la filosofía en Colombia alcanzó tal importancia y calidad que fue necesario el pensar en un espacio adecuado para la misma y es por eso que se creó el Instituto de Filosofía en 1945; este Instituto estaba organizado académicamente para permitir la asimilación del pensamiento contemporáneo y la sana investigación seria y rigurosa, con la clara intención de hacer crecer este pensamiento y hacerle un nuevo pero muy importante aporte a la nación, además tres años después sale a la luz pública la primera revista filosófica "Revista Colombiana de Filosofía" dedicada netamente a este tema.
Infortunadamente en la década de los años cincuenta sucedieron grandes cambios en la política del país y como siempre los de las ideas son los más perjudicados, así pues en 1952 el Instituto de Filosofía se convirtió en facultad y se le cambió su orientación investigadora, retornando a Santo Tomás y a pensadores de esta época.
Estos cambios trajeron algunos beneficios, el primero de ellos fue que algunos colombianos entre ellos profesores del Instituto viajaron al extranjero, lo cual les permitió un conocimiento más cercano, pleno y satisfactorio del pensamiento contemporáneo; en segundo lugar podemos afirmar que esto fue benéfico, ya que permitió que este pensamiento saliera de la esfera en que se hallaba e inundara otros ámbitos del país, como revistas y otras creativas formas de difusión. Estos semilleros dieron gran fruto en 1957 con el fin del gobierno dictatorial de Rojas Pinilla y el inicio de uno nuevo más abierto, así pues de 1957 a 1975 se crean muchos centros de estudios universitarios por todo el país y éstos a su vez comienzan una rica y próspera literatura filosófica. Además nos es de gran importancia el recordar que se crearon grandes eventos periódicos entre ellos mencionaremos, los foros Nacionales de Filosofía, los Coloquios de la Sociedad Colombiana de Filosofía, los Congresos Internacionales de Filosofía Latinoamericana. De resaltar la abundante producción literaria filosófica, en especial de las Universidades; Nacional, Antioquia, Valle y Santo Tomás. Llama la atención el amplio espectro de corrientes filosóficas representadas en Colombia. El interés profesional de la filosofía no se limita ahora a unos cuantos pensadores, promovidos por editoriales latinoamericanas, como sucedía en el pasado, sino que va desde la fenomenología, cuyo cultivo lleva varias décadas, hasta la filosofía anglosajona, tradicionalmente ignorada o mirada despectivamente entre nosotros. Este amplio espectro está permitiendo una convivencia de pensamientos contrapuestos, lo que favorece por lo demás la discusión académica entre las escuelas. Descubrimos así que, la filosofía en Colombia ha alcanzado unos grandes niveles, y aunque no sea muy reconocida a nivel mundial existen muchos que se han puesto en la tarea de pensar nuestro país y nuestras circunstancias en los diferentes tiempos que nos han circundado. De este periodo solo nos resta por decir que las grandes corrientes que mayor difusión y fuerza tuvieron fueron la fenomenología y la filosofía analítica.
Una actividad que sobresalió fue la escuela de Derecho, a la cual le llegaron gran número de estudiantes en la década de los años cuarenta. Entre ellos grandes personajes que sobresaldrían en el país la finalidad principal de estos no era el ser juristas sino el de culturalizarse y alejarse de la educación de tipo escolástica, recibida otros factores que ayudaron a este despertar fueron los sucesos históricos que estaban desarrollándose en este período (el fascismo, la guerra civil española, la segunda guerra mundial). Otro factor determinante fue la facilidad para poder adquirir numerosas obras de los pensadores europeos, traducidos al español, y así es introducido el pensamiento de Husserl, Heidegger, Ortega, etc., y así se crea un pensamiento alrededor de la ética, la epistemología del derecho, los valores, la cultura y la educación. De esta forma la filosofía en Colombia alcanzó tal importancia y calidad que fue necesario el pensar en un espacio adecuado para la misma y es por eso que se creó el Instituto de Filosofía en 1945; este Instituto estaba organizado académicamente para permitir la asimilación del pensamiento contemporáneo y la sana investigación seria y rigurosa, con la clara intención de hacer crecer este pensamiento y hacerle un nuevo pero muy importante aporte a la nación, además tres años después sale a la luz pública la primera revista filosófica "Revista Colombiana de Filosofía" dedicada netamente a este tema.
Infortunadamente en la década de los años cincuenta sucedieron grandes cambios en la política del país y como siempre los de las ideas son los más perjudicados, así pues en 1952 el Instituto de Filosofía se convirtió en facultad y se le cambió su orientación investigadora, retornando a Santo Tomás y a pensadores de esta época.
Estos cambios trajeron algunos beneficios, el primero de ellos fue que algunos colombianos entre ellos profesores del Instituto viajaron al extranjero, lo cual les permitió un conocimiento más cercano, pleno y satisfactorio del pensamiento contemporáneo; en segundo lugar podemos afirmar que esto fue benéfico, ya que permitió que este pensamiento saliera de la esfera en que se hallaba e inundara otros ámbitos del país, como revistas y otras creativas formas de difusión. Estos semilleros dieron gran fruto en 1957 con el fin del gobierno dictatorial de Rojas Pinilla y el inicio de uno nuevo más abierto, así pues de 1957 a 1975 se crean muchos centros de estudios universitarios por todo el país y éstos a su vez comienzan una rica y próspera literatura filosófica. Además nos es de gran importancia el recordar que se crearon grandes eventos periódicos entre ellos mencionaremos, los foros Nacionales de Filosofía, los Coloquios de la Sociedad Colombiana de Filosofía, los Congresos Internacionales de Filosofía Latinoamericana. De resaltar la abundante producción literaria filosófica, en especial de las Universidades; Nacional, Antioquia, Valle y Santo Tomás. Llama la atención el amplio espectro de corrientes filosóficas representadas en Colombia. El interés profesional de la filosofía no se limita ahora a unos cuantos pensadores, promovidos por editoriales latinoamericanas, como sucedía en el pasado, sino que va desde la fenomenología, cuyo cultivo lleva varias décadas, hasta la filosofía anglosajona, tradicionalmente ignorada o mirada despectivamente entre nosotros. Este amplio espectro está permitiendo una convivencia de pensamientos contrapuestos, lo que favorece por lo demás la discusión académica entre las escuelas. Descubrimos así que, la filosofía en Colombia ha alcanzado unos grandes niveles, y aunque no sea muy reconocida a nivel mundial existen muchos que se han puesto en la tarea de pensar nuestro país y nuestras circunstancias en los diferentes tiempos que nos han circundado. De este periodo solo nos resta por decir que las grandes corrientes que mayor difusión y fuerza tuvieron fueron la fenomenología y la filosofía analítica.
Comentarios
Publicar un comentario